Lesaka pertenece a la
comarca de Cinco Villas o Bortziriak, situada en el noroeste navarro, muy cerca de la frontera con Francia y de Donosti-San Sebastián. En poco tiempo esta villa ha sufrido una profunda transformación, pasando de ser un pueblo eminentemente rural y ganadero a uno de los focos industriales más importantes de la zona. Sin embargo, esto no ha impedido que conserve todo
el encanto de antaño y algunas construcciones como ferrerías, molinos harineros, talleres de fabricación de sidra o carpinterías que datan del siglo XVIII. Estas actividades han constituido desde entonces fuentes de riqueza para la villa y así se refleja en las elegantes construcciones del municipio.
Rodeada de montañas y atravesada por el río Onin, Lesaka se divide en diversos barrios y se encuentra protegida por su iglesia parroquial, la de
San Martín de Tours. Emplazada sobre una colina, está considerada como
una de las iglesias más monumentales de Navarra; en ella el gótico y el barroco componen un magnífico ejemplo de arquitectura religiosa de dimensiones catedralicias. Además, cobija en su interior a la Virgen de Carmona y un órgano que ha sido declarado Bien de Interés Cultural.
Por su parte, el casco urbano refleja el paso de la historia y conserva su caserío tradicional. Ventanas y puertas góticas adornan las fachadas que se asoman a las calles empedradas de la villa. Pero, sin duda, la imagen más característica de la localidad es la estampa del puente de piedra sobre el río y la
torre Kaxerna o Zabaleta, erigida a su lado. Un bello ejemplo de palacio de cabo de armería del siglo XV esculpido en piedra. Por el municipio se distribuyen otras
torres-linaje como la de Minyurinea, del siglo XIV, que está considerada como el edificio más antiguo de la población.
Una magnífica ocasión para acercarse a Lesaka es en julio, ya que al igual que en Pamplona, también aquí se festeja
San Fermín. Entre sus actos más coloridos destacan los tradicionales bailes que se interpretan sobre los petriles del río Onin.
Estación megalítica de AgiñaLos amantes de la naturaleza podrán deleitarse con la estación megalítica de Agiña, situada muy cerca de Lesaka. La prehistoria se funde con el paisaje. Túmulos, dólmenes y crómlech comparten escenario con el monumento moderno de
Jorge Oteiza dedicado al Aita Donosti. El enclave es magnífico para pasear.